Se suele pensar que las obras de arte se encuentran exclusivamente en museos o galería pero esto no siempre sucede así. Un ejemplo de ello son las pasarelas de moda, donde algunos diseñadores se inspiran en diversas obras y las plasman en colecciones de ropa para rendirle tributo a quienes los han inspirado.
Para las hermanas Kate y Laura Mulleavy, quienes lideran la marca Rodarte, el holandés Vincent van Gogh es una inspiración, ya que en 2012 para la colección Ready-to-Wear, presentaron algunas piezas basadas en los cuadros de “Girasoles” y “Almendro en flor”.
Las hermanas aseguran que durante una visita al Observatorio Mount Wilson en Los Ángeles, en un telescopio pudieron apreciar algunas manchas solares, ante ello Kate pensó que se eran parecidas a los girasoles de Van Gogh, tras investigar dicho cuadro descubrieron que aquellas flores eran interpretaciones abstractas de aquel peculiar fenómeno natural.
Para esta misma colección y con las imágenes de la película “La bella durmiente” de Disney, encontraron nuevamente en las obras del holandés inspiración para crear prendas en tonos fríos y recrear un escenario de princesas de cuento de hadas. Para las hermanas Mulleavy es importante observar el arte que las rodea.
“Composición con rojo, azul y amarillo” de Piet Mondrian, se hizo presente en 1965, en una colección de Yves Saint Laurent. El diseñador de origen francés fue pionero en la práctica de llevar piezas de arte a las pasarelas de moda.
Saint Laurent era partidario del Pop Art, por ello creó vestidos minimalistas y simétricos en los que predomina el negro, amarillo, azul, blanco y rojo. Se inspiró en las pinturas de Mondrian; líneas y colores crean formas geométricas que se adaptan a los vestidos. Posteriormente Saint retomo obras de Andy Warhol, Matisse y Picasso para incorporarlas a sus colecciones.
“La Catedral de Monreale”, ubicada en Sicilia, es otro ejemplo de arte y moda, ya que Dolce & Gabbana decidió tomar como referente este templo para una colección en 2018. La catedral fue construida durante el reinado de Guillermo II de Normandía, quien aseguraba que en un sueño la Virgen María le pidió que edificara dicha pieza arquitectónica. En su exterior cuenta con ornamentos de mármol y en el interior se observa una decoración de mosaicos que muestran escenas del Antiguo Testamento. Las piezas que integran la colección de Dolce & Gabbana contienen piedras y estampados que evocan a las mosaicos que se observan en dentro de la catedral.
Gucci, hizo una colaboración en 2015 con. El aetista espalñol Ignasi Monrreal, la marca dirigida por Alessandro Michele decidió estampar las obras de Monrreal; como es clásico de la marca, esta edición contaba con un número limitado de piezas entre las que se encontraban camisetas y sudaderas. Cuando se presentó esta colección, el artista ibérico realizó un mural con inspiración en la pintura clásica, en la obra de Ignacio Zuluaga y Zabaleta así como de un cuento de los hermanos Grimm.
Anteriormente Monrreal había colaborado con Gucci en una campaña digital y esto dio lugar a que el artista español fuera el encargado de plasmar diseños para la colección de primavera-verano 2018.
Cabe destacar que las campañas publicitarias públicas y digitales muestran la ropa de las pasarelas representadas en retratos de estilo renacentista. Monrreal ha comentado que su gusto al colaborar con Gucci es porque le ha brindado la oportunidad de traer a los grandes maestros de la pintura a un público mucho más joven.
La moda y el arte han caminado juntos fusionando estilos para crear piezas únicas, tanto diseñadores como artistas toman inspiración de diferentes partes y lo reflejan en sus obras. Desde el arte clásico hasta el contemporáneo se han hecho presentes en las pasarelas, incluso muchos expertos en el tema de la moda aseguran que estas colecciones también se vuelven una obra de arte.
